jueves, 18 de febrero de 2010

Cambios

La saliva de mi boca que adorabas
la dulzura que en mis labios siempre mora
y que hoy te produce mil arcadas
pues hiel amarga solo tengo ahora

los besos que quemaban de pasión
y que erizaban tu cabello todo el tiempo
malgastados y usados a traición
por una lengua fría como el hielo

las caricias que estremecian tus sentidos
con las llemas de mis dedos suavizando
ya no producen placer ni escalofrios
ni se escuchan ya tus pechos palpitando

las miradas de ardiente deseo
que incineraban mi cuerpo en un momento
en el reflejo de tus ojos no las veo
ajenas por completo a lo que siento

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